Mi madre, Serrat y yo continúa arrasando en los escenarios en su 8ª temporada. Y es que esta verdadera dosis de carcajadas y lágrimas en igual medida es indiferente a muy pocos. El eje vertebrador: la problemática entre dos generaciones, con las canciones de Serrat como telón de fondo.
El desafío planteado es unir la problemática de dos generaciones alrededor de las canciones de Serrat. ¿No son las relaciones entre madres e hijas un universo de emociones? ¿No ha compuesto Serrat canciones que hablan del mundo de la mujer como nadie?
Esta es la explosiva mezcla de Mi madre, Serrat y yo. Una madre alocada versus una hija formal. Carcajadas y lágrimas en la misma proporción, todo con el aderezo maravilloso de las canciones de Joan Manuel Serrat, que en el contexto de la historia se amplifican y tienen más potencia aún.
La acción comienza cuando Penélope (directora de coro) se separa de José Mari (el farmacéutico) y viene a vivir con su madre. Allí, entre fragmentos de canciones de Serrat, situaciones hilarantes y conflictivas, ambas mujeres nos conmueven con una relación plena de amor y humanidad que permite que Penélope debute como solista y algunas sorpresas más...